Creación de empleo favorece desarrollo personal y nacional.
Roma, 10 (NE – eclesiales.org) Es necesario “hacer frente a los desequilibrios económicos y sociales del mundo restableciendo la correcta jerarquía de valores, dando prioridad a la dignidad de los trabajadores y trabajadoras”. Así lo destacó el Arzobispo Silvano Tomasi, observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas e Instituciones Especializadas en Ginebra, al intervenir en la 92 Conferencia Internacional del Trabajo que se celebra del 1 al 17 de junio en esa ciudad suiza. El Prelado destacó asimismo la importancia de “corregir las situaciones de injusticia salvaguardando la cultura y los diferentes modelos de desarrollo de cada pueblo». «Resulta apropiado –afirmó asimismo el arzobispo- subrayar que, para defender la prioridad del ser humano, la globalización correcta evitará relegar a los grupos más débiles, en particular mujeres y niños, trabajadores emigrantes, marineros y otras categorías de trabajadores, así como a las poblaciones menos desarrolladas. (…) En nuestros días, para que el trabajo facilite a las personas un modo de vida correcto es necesario un compromiso concertado que dote a los trabajadores con la educación y la formación adecuadas para que cuenten con las herramientas necesarias para hacer frente con éxito a la revolución informática y a una economía, cada vez más basada en los conocimientos».