Pío XII auxilió al pueblo judío
Según informa Darío Menor en La Razón, Pío XII y la Santa Sede se opusieron activamente al nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Al principio del conflicto transfirieron parte de las reservas económicas de la Iglesia desde los territorios controlados por la Alemania de Hitler para procurar el auxilio de víctimas de la persecusión operada por el nazismo.
Se utilizaron conventos, seminarios, hospitales y hogares para esconder y proteger al pueblo judío.
(Darío Menor/La Razón) El Gobierno de Washington apoyó estos movimientos, como muestra el hecho de que estuvieran exentos de las restricciones contempladas para las operaciones que venían de países enemigos. Depositados en bancos estadounidenses como JP Morgan y National City Bank of New York (hoy Citibank), el dinero, los títulos y las reservas de oro sirvieron para ayudar a las iglesias de los países ocupados por el nazismo y para financiar actividades humanitarias a favor de las tropas aliadas y de la población europea.
El dinero de la Santa Sede también fue utilizado para comprar deuda pública estadounidense y para invertir en firmas como Rolls Royce, United Steel Corporation, Dow Chemical, Westinghouse Electric, Union Carbide y General Electric, en cuyas fábricas se abasteció el Ejército aliado para acabar con la locura de Hitler. Hubo fondos vaticanos que también fueron confiados al banco británico Barclays.
Esta información fue hallada en documentos de los servicios secretos británicos relativos al periodo 1941-1943 por Patricia M. McGoldrick, de la universidad Middlesex de Londres, que ha publicado un artículo al respecto en el número de diciembre de la revista trimestral de la universidad de Cambridge «The Historical Journal». Su texto, titulado «Nuevas perspectivas sobre Pío XII y las transacciones financieras vaticanas durante la Segunda Guerra Mundial», utiliza los documentos conservados en el Archivo Nacional británico que conciernen a las actividades de dos organismos de la Santa Sede: el Instituto para las Obras de Religión (IOR) y la Sección extraordinaria para la administración de los bienes de la Santa Sede (Asss). «L’Osservatore Romano» informa del artículo de McGoldrick en su edición de hoy.
Ayuda a las iglesias perseguidas durante la ocupación nazi
Además de Pío XII, el protagonista de esta operación internacional digna de convertirse en argumento de novela es Bernardino Nogara, responsable desde 1929 de las finanzas del Vaticano. Siguiendo las órdenes del Pontífice, Nogara tejió una red por la que salieron millones de dólares de los países ocupados por la Alemania nazi y sus aliados, que sirvieron para acabar con él y ayudar a los que más lo sufrieron. «El río de dinero del Vaticano» fue utilizado para «derrotar al nazismo y poner fin para siempre a los bestiales asesinos del Holocausto», escribe la historiadora británica.
Según su investigación, buena parte de estos fondos sostuvieron a las iglesias europeas de las zonas ocupadas. Las misiones eclesiales, las nunciaturas, los seminarios y las diócesis de Europa recibieron parte de ese dinero para seguir operando. «Para ayudar a las iglesias perseguidas durante la ocupación nazi, el Ior tenía una cuenta separada en el Chase National Bank de Nueva York», cuenta McGoldrick. Para Hitler, la Iglesia era una enemiga acérrima. Por ello confiscó y cerró escuelas católicas, monasterios y parroquias, suprimió las organizaciones juveniles y las publicaciones relacionadas con la Iglesia y persiguió, asesinó y confinó en campos de concentración a un buen número de sacerdotes y religiosos.
El artículo de la investigadora de la universidad Middlesex de Londres muestra que el Gobierno británico siguió con atención las transferencias vaticanas realizadas entre 1941 y 1943. En el Archivo Nacional británico se pueden hallar documentos que muestran de forma casi diaria los movimientos de dinero realizados por los organismos de la Santa Sede y sus distintas inversiones internacionales.
El Venerable Papa Pío XII no solo ayudó a salvar a casi novecientos mil judíos durante la Segunda Guerra Mundial sino que también él mismo y en persona ayudó a varios de ellos en la ciudad de Roma, según afirma un experto historiador judío.
Junto a Pío XII estaba su Secretario de Estado, el entonces cardenal Giovanni Montini, que sería luego el papa Pablo VI.
«Su tía miró al Papa y dijo: ‘Usted estaba vestido como franciscano’, y miró a Montini quien estaba a su costado y le dijo ‘y usted como un sacerdote común. Me sacaron del gueto y me llevaron al Vaticano’. Montini le dijo: ‘silencio, no repitan esta historia».
Krupp cree que estas afirmaciones son ciertas porque están en la línea del carácter de Pío XII quien «necesitaba ver con sus propios ojos cómo eran las cosas».
«Solía salir en su auto a zonas bombardeadas de Roma, y ciertamente no tenía miedo. De la misma forma lo puedo ver entrando al gueto para ver lo que estaba sucediendo», afirma el experto historiador.
Krupp y su esposa Meredith son los fundadores de la Pave the Way Foundation iniciada en 2002 para «identificar y eliminar los obstáculos no teológicos entre las religiones». En 2006 líderes católicos y judíos le solicitaron investigar el «escollo» de la reputación de Pío XII durante la guerra. Con este descubrimiento, Wall, un neoyorquino de 64 años, cree que finalmente se logró un gran avance.
«Somos judíos. Crecimos odiando el nombre de Pío XII. Creíamos que era antisemita, creíamos que era un colaborador de los nazis, todas las cosas que se dicen de él, las creíamos».
Krupp está de acuerdo con las conclusiones de otro historiador judío y diplomático israelí, Pinchas Lapide, quien afirma que las acciones de Pío XII y del Vaticano permitieron salvar a unos 897.000 judíos durante la guerra.
Pave the Way tiene 46 mil páginas de documentación histórica que sostiene esta afirmación, que ahora ofrecen en su sitio web junto a numerosas entrevistas con testigos presenciales e historiadores.
«Creo que es una responsabilidad moral, esto no tiene nada que ver con la Iglesia Católica. Sólo tiene que ver con la responsabilidad judía de reconocer a un hombre que en realidad salvó a un enorme número de judíos en todo el mundo mientras estaba rodeado de fuerzas hostiles, infiltrado por espías y bajo amenaza de muerte».
Krupp explicó que una de las formas de esta ayuda se dio a través de la red de nunciaturas apostólicas en todo el mundo con las que se sacaba a los judíos perseguidos en Europa. Por ejemplo, entre 1939 y 1945 el Vaticano solicitó 800 visas para entrar a la República Dominicana. Esta acción y otras similares permitieron salvar a más de 11 mil judíos solo de esa forma.
Pave the Way también tiene evidencia que demuestra que la reputación que manejan los enemigos de la Iglesia sobre Pío XII nace como una conspiración de la KGB rusa. Un exoficial de esta institución, Ion Mihai Pacepa, precisa que todo fue un complot soviético.
Krupp dice que los comunistas querían «desacreditar al Papa luego de su muerte, para destruir la reputación de la Iglesia Católica y, más importante para nosotros, para aislar a los judíos de los católicos. Tuvieron éxito en esas tres áreas».
En su opinión esto está cambiando ahora. Cuando lo escuchan hablar, dice Krupp, «muchos judíos han estado extremadamente agradecidos. ‘Me siento feliz de escuchar eso. Nunca quise creer esto de él (Pío XII), especialmente los que lo conocimos».
Los bulos contra Pío XII no remiten pese a los documentados trabajos de historiadores, incluso judíos, defendiendo al Papa. Los bulos nacieron con la propaganda comunista de los años 60 y se transmitieron a través de la «nueva izquierda» por toda Europa, junto con la obra de financiación soviética «El Vicario», de Huchhoth. En ella se basaba la película «Amén», de Costa-Gavras, que se vio en las televisiones de esa Semana Santa.
Por eso, cabe recordar algunos datos históricos, que tomamos, por ejemplo, del libro de Vicente Cárcel Ortí y Juan E. Schenk Pío XII, ¿defensor de los judíos?
¿Pío XII y Hitler?
Hitler consideraba a Pío XII su peor enemigo y en diversas ocasiones dijo que una vez terminada la guerra habría eliminado para siempre en Europa tanto a la Iglesia católica como al cristianismo, que consideraba como un producto del judaísmo […]
¿Por qué Pío XII no hizo declaraciones públicas denunciando el Holocausto durante la guerra?
Pío XII hizo por los hebreos cuanto le fue humanamente posible hacer. Hizo ciertamente mucho más que el presidente de los Estados Unidos, Roosevelt y el primer ministro inglés, Churchill, quienes estaban mucho mejor informados que el Papa de cuanto sucedía en Alemania. Estos callaron dos años y no intervinieron. En cambio, Pío XII ordenó secretamente a la Iglesia que ayudara a los hebreos perseguidos y limitó los daños de la guerra en cuanto le fue posible.
Pío XII no lanzó anatemas contra Hitler y contra los nazis, que en aquellos momentos terribles hubieran sido inútiles y dañinos para los mismos hebreos, sino que intervino con la caridad para ayudar a todos. Su deber de padre y pastor le obligaron a no aumentar los sufrimientos de poblaciones probadas por la guerra y la persecución con intervenciones públicas que hubieran agravado la situación.
Lo mismo hicieron las Cruz Roja Internacional y el World Jewish Congress (Congreso Mundial Judío). Ambas organizaciones socorrieron a las víctimas pero no hicieron declaraciones públicas de condena contra las atrocidades nazis porque habrían sido contraproducentes y habrían desencadenado una represión todavía mayor.
Además, en ForumLibertas hemos querido bucear un poco por los archivos en busca de declaraciones de fácil acceso: 13 autoridades judías, desde 1940 hasta nuestros días, en defensa del Papa y la Iglesia.
13 líderes judíos en defensa de Pío XII
Las críticas contra el Papa partieron de sectores ligados al bloque comunista soviético, no de los judíos. Empezaron además en 1963, cinco años después de la muerte del Papa, con la obra de teatro de la Alemania comunista de Rolf Hochhuth. Hasta ese año el reconocimiento judío a Pío XII era unánime. Y también después de esa fecha, los historiadores judíos lo tienen claro. Pío XII salvó a muchos judíos. .
1. «Cuando tuvo lugar la revolución en Alemania, miré con confianza a las universidades, pues sabía que siempre se habían enorgullecido de su devoción por la causa de la verdad. Pero las universidades fueron amordazadas. Entonces confié en los grandes editores de los diarios que proclamaban su amor por la libertad. Pero, al igual que las universidades, también ellos tuvieron que callar, sofocados en pocas semanas. Sólo la Iglesia permaneció firme, en pie, para cerrar el camino a las campañas de Hitler que pretendían suprimir la verdad. Antes nunca había experimentado un interés particular por la Iglesia, pero ahora siento por ella un gran afecto y admiración, porque la Iglesia fue la única que tuvo la valentía y la constancia para defender la verdad intelectual de la libertad moral.»
[Albert Einstein, judío alemán y premio nobel de física, en la revista norteamericana TIME el 23 de diciembre de 1940]
2. «El pueblo de Israel nunca olvidará lo que Su Santidad y sus ilustres delegados, inspirados por los principios eternos de la religión que forman los fundamentos mismos de la civilización verdadera, están haciendo por nuestros desafortunados hermanos y hermanas en este hora, la más trágica de nuestra historia, que es prueba viviente de la divina Providencia en este mundo»
[Isaac Herzog, Gran Rabino de Palestina, el 28 de febrero de 1944; Actes et documents du Saint Siege relatifs a la Seconde Guerre Mondiale, X, p. 292.]
3. «No es fácil para nosotros encontrar las palabras adecuadas para expresar el calor y consuelo que experimentamos por la preocupación del Supremo Pontífice, que ofreció una larga suma para aliviar los sufrimientos de los judíos deportados; los judíos de Rumanía nunca olvidaremos estos hechos de histórica importancia»
[Alexander Shafran, Gran Rabino de Bucarest, el 7 de abril de 1944; Actes et documents du Saint Siege relatifs a la Seconde Guerre Mondiale, X, p. 291-292]
4. «Hemos oído la gran parte que el Santo Padre ha jugado en la salvación de refugiados en Italia, y sabemos de fuentes que merecen confianza que este gran Papa ha extendido su mano poderosa y acogedora para ayudar a los oprimidos en Hungría»
[Juez Joseph Proskauer, presidente del American Jewish Committee, en la marcha de concienciación del 31 de julio de 1944 en Nueva York]
5. «Dirigimos un reverente homenaje de reconocimiento al Sumo Pontífice, a los religiosos y religiosas que poniendo en práctica las directrices del Santo Padre, sólo han visto en los perseguidos a unos hermanos, y con arrojo y abnegación han actuado de forma inteligente y eficaz para socorrernos, sin pensar en los gravísimos peligros a que se exponían».
[Giuseppe Nathan, comisario de la Unión de Comunidades Israelitas italianas, 07-09-1945]
6. «Al Santo Padre, en nombre de la Unión de las Comunidades Israelitas, su más sentido agradecimiento por la obra llevada a cabo por la Iglesia Católica en favor del pueblo judío en toda Europa durante la guerra».
[ A.Leo Kubowitzki, secretario general del World Jewish Congress, al ser recibido por el Papa el 21-09-1945]
7. «Desearía aprovechar esta oportunidad para rendir homenaje al Papa Pío por su esfuerzo en favor de las víctimas de la guerra y la opresión. Proveyó de ayuda a los judíos en Italia e intervino a favor de los refugiados para aligerar su carga»
[William Rosenwald, presidente de United Jewish Appeal for Refugees, 17 de marzo de 1946, citado el 18 de marzo en el New York Times]
8. «Pueden ser escritos volúmenes acerca de las multiformes obras de socorro de Pío XII. Las reglas de la severa clausura caen, todas y cada una de las cosas, están al servicio de la caridad. Escuelas, oficinas administrativas, iglesias, conventos, todos tienen sus huéspedes. Como un centinela ante la sagrada herencia del dolor humano, surge el Pastor Angélico, Pío XII. Él ha visto el abismo de desgracia hacia el cual la humanidad se dirige. Él ha medido y pronosticado la inmensidad de la tragedia. Ha hecho de sí mismo el heraldo de la voz de la justicia y el defensor de la verdadera paz.»
[Eugenio Zolli en su libro Before the Dawn, 1954; su nombre original era Israel Zoller, gran rabino de Roma durante la Segunda Guerra Mundial; convertido al cristianismo en 1945, se bautizó como «Eugenio» en honor a Eugenio Pacelli, Pío XII]
9. «Lloramos a un gran servidor de la paz que levantó su voz por las víctimas cuando el terrible martirio se abatió sobre nuestro pueblo»
[Golda Meier, ministra de exteriores de Israel, octubre de 1958, al morir Pío XII]
10. «En un tiempo en el que la fuerza armada dominaba de forma indiscriminada y el sentido moral había caído al nivel más bajo, Pío XII no disponía de fuerza alguna semejante y pudo apelar solamente a la moral; se vio obligado a contrastar la violencia del mal con las manos desnudas. Hubiera podido elevar vibrantes protestas, que hubieran parecido incluso insensatas, o más bien proceder paso tras paso, en silencio. Palabras gritadas o actos silenciosos. Pío XII escogió los actos silenciosos y trató de salvar lo salvable».
[Pinchas E. Lapide, historiador hebreo y consul de Israel en Milán, en su obra «Three Popes and Jews», Londres 1967; calcula que Pío XII y la Iglesia salvaron con sus intervenciones unas 850.000 vidas].
11. «El mismo Papa fue denunciado por Joseph Goebbels -ministro de Propaganda del gobierno nazi- por haber tomado la parte de los judíos en el mensaje de Navidad de 1942, en el que criticó el racismo. Desempeñó también un papel, que describo con algunos detalles, en el rescate de las tres cuartas partes de los judíos de Roma.»
[Sir Martin Gilbert, historiador judío inglés experto en el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial, en una entrevista el 02-02-2003 en el programa «In Depth», del canal televisivo C-Span]
12. «¿El linchamiento contra Pío XII? Una porquería. Vengo de una familia de origen judío y he tenido parientes que murieron en los campos de concentración durante la segunda guerra mundial. Ese Papa y la Iglesia que tanto dependía de él, hicieron muchísimo por los judíos. Seis millones de judíos asesinados por los nazis y casi un millón de judíos salvados gracias a la estructura de la Iglesia y de este pontífice. Se recrimina a Pío XII por no haber alzado un grito ante las deportaciones del ghetto de Roma pero otros historiadores han observado que nadie vio a los antifascistas corriendo hacia la estación para tratar de detener el tren de los deportados. Uno de los motivos por los que este importante Papa fue crucificado se debe al hecho de que tomó parte contra el universo comunista de manera dura, fuerte y decidida.»
[Paolo Mieri, periodista judío italiano, ex-director del Corriere della Sera, presentando el libro Pio XII; Il Papa degli ebrei, de Andrea Tornielli el 6 de junio de 2001. ]
13. «Pío XII no fue el Papa de Hitler, sino el defensor más grande que nunca hemos tenido los judíos, y precisamente en el momento en el que lo necesitábamos. El Papa Pacelli fue un justo entre las naciones a quien hay que reconocer el haber protegido y salvado a centenares de miles de judíos. Es difícil imaginar que tantos líderes mundiales del judaísmo, en continentes tan diferentes, se hayan equivocado o confundido a la hora de alabar la conducta del Papa durante la guerra. Su gratitud a Pío XII duró durante mucho tiempo, y era genuina y profunda.»
[David G. Dalin, rabino de Nueva York e historiador, 22 de agosto de 2004, entrevistado en el meeting de Rímini, Italia]
(Publicado el 16 de abril de 2007)